El arte del diseño utilitario

Explorador, curioso y en constante búsqueda por saber hasta dónde un material puede llegar a su propósito final, Aldo Álvarez, artista y arquitecto, nos cuenta sobre su taller Piedrafuego y cómo el color está presente en su vida y en sus procesos creativos.
Por Jessica Servín Castillo • Fotografías Manuel Zúñiga

Él es uno de los integrantes del panel de creativos de ColorLife Trends 2023. Su participación fue trascendente para lograr una de cuatro paletas de estas tendencias, Glitch, donde le dio respuesta a la pregunta sobre cómo el color interviene en nuestra experiencia digital y se transforma en algo, en una pared, en un piso, en un objeto. Aldo Álvarez, quien ha transitado de la arquitectura al diseño y al arte, nos cuenta sobre él, su trabajo y esa relación constante con el color, las texturas y los materiales en su obra.

“El color está de forma natural en los materiales, pero no nos damos cuenta hasta que lo transformamos en una pieza y, después, en parte de nuestra decoración”.

Aldo Álvarez.

“Soy de San Pancho, Nayarit. Decido estudiar arquitectura en Guadalajara y poner un estudio junto con otros compañeros y es ahí donde empiezo a relacionarme mucho con la madera, la herrería y la carpintería. Más tarde decido abrir el taller de Piedrafuego (2013), donde hacemos piezas de diseño utilitario, objetos pequeños. Mi interés es conocer estos materiales y técnicas de producción artesanal muy arraigados en la región. Guadalajara tiene una gran tradición como productor de artesanías. Ahora me interesa más el arte como campo de trabajo, estoy más dedicado a ello porque siento que pensar en la función de algo, como en la arquitectura y el diseño, limita la exploración”.

¿En qué momento te das cuenta de que debes hacer esa transición al arte?

En 2017 empiezo a trabajar con piezas que no necesariamente cumplen una fusión, pero sí tienen una carga simbólica. Hace unos meses, por ejemplo, presenté una silla de montar que tenía unos patrones grabados y que hablaba sobre la masculinidad y los “patrones de ligue” que seguimos a través de las aplicaciones de cita. O sea, me gusta ir más allá de la simple pieza, en este caso la silla de montar.

¿Cuéntanos sobre Piedrafuego y cómo es el trabajar con estos talleres de artesanos?

Trabajo con los mismos talleres desde que empecé. Entiendo sus procesos y cómo es tener una relación sana y productiva con ellos. Más que el impulso de producir cosas, me interesa hacerlas bien y que esa producción sea sostenible.

Por ejemplo, el primer taller con el que trabajé y sigo es el de don Nacho García, en San Lucas Evangelista, se llama Piedra Volcánica. Desde niño tuve una fascinación por los molcajetes, se me hacían objetos increíbles y con una carga simbólica única. Desde la piedra volcánica y ese material que se expulsa de la tierra de manera dramática, incandescente, luminosa, que luego se solidifica. De hecho, Piedrafuego se llama así por el basalto.

Con don Nacho se producen unos morteros con tapa que se hacen con madera de Yucatán, que es cortada en CNC (corte láser). Me interesa ese diálogo entre técnicas antiguas y la tecnología. Entonces este mortero está labrado a mano y su tapa en CNC.

También tengo piezas en madera torneada, trabajo con el taller Ramírez de Nayarit, ahí, Juan y su papá me ayudan a hacer unos bancos torneados y un juego de conos de distintas maderas, totalmente escultóricos. Me gusta mucho la manera en cómo la veta se revela con el torno, me interesa mucho entender el material dentro de una lógica no tan cartesiana.

¿Qué te inspira a hacer una pieza?

No estoy del lado de resolver una necesidad, sino de ver un material y entender qué puedo hacer con él. Tengo un afán más de escultor que de diseñador. Resolver el problema no es mi motivación.

¿Tu trabajo o proyectos siguen una tendencia?

Trato de que no sea así, sino de plantear nuevas preguntas. No soy el que investiga de las tendencias, más bien estoy pendiente del arte, de la arquitectura, del cine y sigo el mundo de la moda, eso me empapa de nuevas ideas. Hay una canción de Franck Ocean que se llama “Nikes” y que dice: “vamos a ver el futuro antes…”, esa línea me gusta mucho, o sea, anticiparte.

¿Cómo crees que deben ser las piezas decorativas?

Atemporales para que puedan funcionar en cualquier momento o situación. En Piedrafuego hay elementos muy básicos como los especieros o las macetas que remiten al pasado y tienen la posibilidad de pensar que se convertirán en ruinas, no por la forma sino por la textura y material con el que están hechos.

¿Qué es para ti el color?

Es una herramienta y una propiedad clave. Una constante en mi trabajo que se da de forma natural.

¿Qué te llevas de tu experiencia al participar en ColorLife Trends 2023?

Me encantó, había mucho interés por buscar y entender el color de una manera más arriesgada. Me quedo con el Color del Año, Moly A5-10. Se volvió un color en el que reflexiono todos los días. Aprendí que hay mucho detrás de un color y que tiene que ver con el momento que vivimos.

9 cosas que hacen a una cocina perfecta, según Aldo Álvarez

  1. La cocina es el corazón de la casa, es el espacio donde se respira más.
  2. Hay que pensar que lo que sucede ahí es importante.
  3. El diseño debe transmitir cierto grado de calidez.
  4. Los materiales que existan deben ser fáciles de limpiar.
  5. Debe haber un balance de esos materiales y tener cualidades táctiles, estimulantes.
  6. La cocina es un espacio donde nuestros sentidos están más alertas.
  7. Es un lugar donde importa el olor, se siente frío o calor, se saborea.
  8. Debes pensar que es importante cómo la habitas, de eso depende lo que prepares.
  9. Hay que cuidar mucho la vista del espacio donde lavas.

Para más ideas sobre como decorar o remodelar tu cocina y hacerla perfecta, lee nuestro artículo: ¿En qué orden debo remodelar mi cocina?

Te invitamos a dar clic en este video y descubrir más sobre el trabajo de Aldo Álvarez.